Acepromazina, ¿Cuáles son sus usos más comunes?
La acepromazina es una fenotiazina que gracias a su efecto sobre los receptores dopaminérgicos se puede utilizar en la clínica veterinaria como:
- Tranquilizante para la manipulación de animales de difícil manejo y/o ante situaciones estresantes (exploración clínica, pruebas diagnósticas, etc.) o en el postoperatorio para proporcionar un despertar tranquilo.
- Premedicación con tal de reducir las dosis necesarias de analgésicos y anestésicos generales entre un 30 y un 50% reduciendo así los efectos adversos de cada uno de los fármacos usados. Además, contrarresta el efecto emético de los opiáceos.
- También puede usarse por su efecto antiemético existiendo presentaciones para su administración oral.
Se puede administrar por vía intravenosa o intramuscular y el efecto máximo tiene lugar a los 30 minutos de la administración, con una duración de la sedación de entre 1 y 3 horas.
Tanto para perros como gatos la acepromazina se puede utilizar sola o en combinación con otros fármacos para protocolos de sedación/inmovilización. Una de las combinaciones más usadas es la neuroleptoanaglesia que combina la acepromazina con un opioide para proporcionar un estado de sedación y analgesia mejorando la seguridad al reducir la dosis necesaria y por lo tanto los efectos secundarios de ambos fármacos.
Para perros muy agresivos y/o de muy difícil manejo también puede utilizarse una combinación de acepromazina con un opiode y un alfa-2-agonista. Esta combinación también reduce la dosis necesaria de los fármacos y además permite revertir rápidamente los efectos de los opiodes y del alfa-2-agonista mediante naloxona y atipamezol respectivamente en caso de la aparición de efectos adversos o si queremos un despertar rápido.
Ante cualquier protocolo de sedación hay que recordar que:
Es importante un manejo y sujeción cuidadosa del paciente con tal de no estresar-lo cuando se procede a la administración del fármaco. Cualquier estrés que se induzca en el paciente podría reducir la efectividad de la sedación y requerir una dosis mayor aumentando la probabilidad de efectos secundarios no deseados.
En gatos y perros pequeños hay que estar más atentos a las pérdidas de calor por la hipotensión y falta de termorregulación que pueden provocar los sedantes. Siempre es recomendable la monitorización cardiorrespiratoria y de la temperatura de los animales durante la sedación.
Finalmente, ante pacientes debilitados, geriátricos o que sospechemos puedan padecer alguna patología que contraindique el uso de ciertos fármacos es recomendable realizar un mayor número de pruebas diagnósticas para poder elegir el protocolo de sedación más indicado.
Aceprolab es el nuevo producto que se incorpora al vademécum de LabianaPets, contiene acepromazina 5mg/ml en forma inyectable y además en volumen reducido (25ml) para optimizar su uso y no desperdiciar el producto.