• Aumentan los casos de enfermedades zoonóticas transmitidas por vectores en los últimos años en España.

Este tipo de enfermedades, mundialmente reconocidas, tal y como su propia definición indica, son enfermedades transmisibles entre humanos y animales, de una forma bidireccional. Debido al contacto directo que tenemos hoy en día con los animales, y al innegable crecimiento de las mascotas en nuestro país (más de 29 millones, según Anfaac) podría decirse que es un desafío sanitario a tener en cuenta.

• Enfermedad de Lyme y Leishmania, entre otras,  en España.

Ambas dos son zoonosis transmitidas por vectores, están ampliamente extendidas en España y con incidencias con cierta tendencia al alza, por lo que son enfermedades muy a tener en cuenta.

En primer lugar, la enfermedad de Lyme, se transmite mediante la picadura de una garrapata previamente infectada. Los casos de humanos hospitalizados han aumentado en los últimos años, llegándose a alcanzar cifras de hasta 200.000 casos en todo el continente europeo. Cursa síntomas inespecíficos, como pueden ser fiebre, inapetencia o cansancio, llegando a provocar problemas más graves (cardiorrespiratorios o nerviosos).

Respecto a Leishmaniosis, se clasifica como endémica en muchos países con climas tropicales o subtropicales, países de la cuenca mediterránea, y por lo consiguiente, España. Según datos de la OMS, y de otras entidades, se recogen entre 1,5 y 2 millones de nuevas infecciones en humanos. En España, se estiman  alrededor de 385.000 nuevos casos de Leishmaniasis canina al año. Este aumento significativo es debido a muchos factores, entre los cuales destacamos el cambio climático y las migraciones tanto de humanos como de animales infectados. Hechos por los cuales esta zoonosis ha pasado de ser una enfermedad estacional y geolocalizada, a otra distribuida por toda la geografía española y con capacidad de transmitirse durante todo el año.

• ¿Cómo prevenirlas?

A la hora de abordar este tipo de enfermedades transmitidas por vectores, en las cuales intervienen factores, lo ideal es hacerlo es desde un punto de vista multidisciplinar. Si bien es cierto que existen herramientas terapéuticas que ayudan a mitigar los síntomas e incluso con cierto efecto curativo, no se pueden olvidar las relacionadas con la prevención, como piedra angular para controlar o prevenir su propagación. Entre los que destacamos:

• • La vacunación, en el caso de se dispongan de vacunas frente a dichas enfermedades.
  • Uso generalizado y estratégico de insecticidas en campos y montes, o en zonas de reproducción de los vectores.
  • Y por supuesto, antiparasitarios, con capacidades acariciadas y repelentes frente a los vectores, como es el caso de Ataxxa®.